El desarrollo personal y ponerte ante una cámara tienen algo en común. Siempre te faltará algo por aprender. Siempre podrá «ser mejor». Por ese motivo si esperas a «saberlo todo», «para empezar» lamento decirte que quizás nunca empieces. Y si nunca empiezas, nunca llegarás.
En algunas culturas, piensan que las fotografías roban el alma de la persona. Las personas que pertenecen a estas culturas no dejan que les tomen fotos. Si las fotos pueden robar el alma de uno, imagina los vídeos. Y es que en cada vídeo que hacemos dejamos una impronta en los demás. Un pedacito de nuestra alma, que depositamos en ese vídeo, y que viajará hasta quién sabe dónde. Desde ahí es lógico que tú le temas (y yo también a veces), o que te incomodes.
Encontrar ese punto, en que te pones ante una cámara y fluyes sin dificultad solo puede obtenerse de una forma. Haciéndolo. Cuando un niño empieza a caminar, no espera a saber caminar de forma perfecta todos los pasos. Sino que prueba, se cae, prueba otra vez, va buscando el punto de equilibrio, hasta que «lo consigue». Sin embargo, va probando otras formas de caminar a lo largo de su vida, en la adolescencia, con tacones, o sin, para mostrar seguridad, o cuando uno camina con precaución para no hacer ruido.
Por eso, si el vídeo está en tu camino de SerCoach, querida, querido, empieza ya. Aunque sea poco. Aunque sea un minuto. Pero hazlo. Y para empezar te doy algunos consejos que yo utilizo, en mi propio camino de aprendizaje.
- Busca tu centro. En tu interior hay un lugar de calma, de serenidad desde el que simplemente eres. Unos momentos antes de grabar tómate unos minutos para encontrar ese lugar, el que está más conectado contigo. Desde ahí te será mucho más fácil transmitir autenticidad, tu verdadera esencia.
- Conecta con la emoción que quieres transmitir. Yo tengo tendencia a sonreír cuando hago un vídeo. Es algo aprendido, quizás de la intención de gustar al otro, de llegar a través de la sonrisa. Sin embargo, a veces, el mensaje que transmito, no «lleva una sonrisa». Conectar con la emoción de aquello que transmites hará que puedas transmitir esa emoción a través de tus gestos y de tus palabras.
- Háblale a alguien en concreto. A veces, al grabar, piensas que no sabes lo suficiente, que alguien que «sabe más» de eso que tú, puede censurar algo de lo que dices. Bueno, puede. Pero también hay otras muchas personas a las que les puede servir tu mensaje. Elige a una de esas personas, una que conozcas, y háblale a ella.
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